Un viaje a Isla de las Palomas
|Luego de pasar unas excelentes vacaciones en el Caribe y los hoteles de cancun la cual pude unir por un viaje de trabajo para la empresa que representaba en el año 2011, tuve la posibilidad de subir a un avión y visitar la Isla de las Palomas.
Esta isla se encuentra en la costa africana; es un archipiélago de sonrisas y bienestar. Un lugar donde te enamoras de la naturaleza en Santo Tomé.
A medida que el barco se adentra en este archipiélago en donde se mezcla la similitud de la naturaleza con el buen diseño de su arquitectura inspiradas por el Principito de Antoine de Saint-Exupéry, que le dan ese toque mágico a estas islas tan bendecidas por la naturaleza y la mano de Dios que muchos la catalogan como el hogar del mismísimo creador.
Es un pequeño paraíso, uno de los lugares más populares del archipiélago de Santo Tomé y Príncipe es la Isla de las Palomas.
La aventura y el sentido de prevención comienza con el viaje desde el aeropuerto hasta el embarcadero para las palomas. Dos horas y medidas – con interrupciones esperadas y no esperadas a través de una escalera de caracol, donde la vegetación está ganando terreno a la pista de aterrizaje.
Se puede recorrer la isla en autobús, jeep u otras opciones como bicicletas, caballos y a pie. A los visitantes se les recibe con unas refrescantes bebidas y las sonrisas de sus simpáticos habitantes que son la mejor manera para recibir a los recién llegados.
Dentro de las actividades, y al tratarse de una isla rocosa, es un lugar ideal para bucear o practicar snorkel.
Hay toda una isla esperándonos con lugares de interés, playas, senderos para caminatas, noches de diversión, comidas tradicionales y la tranquilidad. Por encima de todo, es lo que encontraría en estas hermosas islas: el silencio tanto tiempo buscándolo se puede encontrar en la tumbona junto a la piscina en la playa o invertir parte del tiempo caminando por la isla.
Lo unico que se debe hacer para darle el broche de oro a un viaje como este es aceptar la invitación a un almuerzo típico a orillas del mar, con pescados al horno y las historias del pan que nos vienen en las guías de viajes. Es muy sencillo, ponerse en contacto con la gente local y disfrutar de estos ricos platos por tan solo 10 euros.
Un chapuzón aquí y otro por allá, otra media hora de sol y otra buena conversación y tienes un día de campo como ningún otro en tu vida. Y así vas teniendo la sensación clara de las vacaciones que siempre has querido tener.
Pero como todo… siempre llega el final y tenemos que volver a la realidad del día a día volviendo a la ciudad…..