Vacaciones en Valdivia
|Situada en la Región de los Ríos, y llamada en la época colonial como “La Llave del Sur”, Valdivia es un enclave único en el mundo que vale la pena visitar al menos una vez en la vida. Ofrece gran diversidad de lugares para ver, así como de actividades turísticas. Sin contar con la gran oferta de alojamientos y alquileres de cabañas en Valdivia que han proliferado a la vez que el número de visitantes a la ciudad ha ido aumentando.
Entre los sitios más emblemáticos de la ciudad, podemos encontrar la Feria Fluvial, considerado Monumento Nacional de Chile, y donde a diario se venden todo tipo de alimentos que versan entre los espectaculares mariscos y pescados que la costa de Valdivia ofrece, así como vegetales, e incluso podemos encontrar diversos puestos dedicados a la artesanía local, lo cual hace que el número de visitantes de este mercado sea mucho mayor.
En la zona colindante al mercado podemos vislumbrar parte de la fauna autóctona de la zona, como lobos marinos y pelícanos. Dichos animales suelen hacer acto de presencia a lo largo del Río Calle-Calle, que a su paso por la ciudad, toma el nombre de ésta, siendo llamado Río Valdivia por la gran mayoría de los habitantes.
Una mención especial merece la impresionante iglesia de San Francisco, que data del siglo XVI y está clasificada como Monumento Nacional de Chile. Además de poseer unos preciosos murales y esculturas religiosas, tiene la fama de ser el edificio más antiguo conservado en la ciudad de Valdivia, a pesar de los varios incendios que amenazaron con destruir su importantísimo patrimonio.
Ciudad de contrastes, provista de museos de distinta índole, un conservatorio de música donde se celebra el Festival Internacional de Cine de Valdivia, y repleta de los vestigios del sistema de fuertes que rodeó a la comunidad durante su época colonial, no es de extrañar que haya aumentado la demanda de cabañas en Valdivia por parte de los turistas que quieren visitar la ciudad con la intención de descubrir una de las primeras ciudades chilenas, sin perder la oportunidad de alojarse en una preciosa cabaña en el mismísimo centro neurálgico, bañado por las aguas del Río Calle-Calle.